sábado, 24 de marzo de 2018

El peso corporal, el IMC y la composición corporal.

INFORME DE COMPOSICIÓN CORPORAL (COMIENZO TEMPORADA - TRAS 4 MESES ENTRENANDO) POR ERNESTO DE LA VEGA.

Esta temporada he comenzado a trabajar un poco el campo de la alimentación, y el peso corporal con mi amigo, ex nadador y ex compañero de equipo, Ernesto de la Vega.
Al comenzar la temporada, y tras casi un mes de descanso entre temporadas, acudí a la consulta de Ernesto, en la Ronda del Olivar, 58 en Talavera la Nueva. Para realizar las mediciones del estado actual, plasmadas en un informe exhaustivo.
Siguiendo en la medida de lo posible sus pautas en temas de alimentación, y con la gran carga de entrenamientos llevada a cabo, 4 meses después volví a la consulta de Ernesto, y volvimos a efectuar las mismas mediciones y posterior informe, con el añadido del comparativo entre ambos.
Con mi desconocimiento de este ámbito, me causó bastante sorpresa algunos datos como:
- Disminución de 3,5 Kgr de peso. Pero con un aumento de 2,9 Kg de masa muscular y una disminución de 6,6 Kgr de grasa.
- Variación de 18´9% a 11´2 % en el % de grasa corporal.
- Aumento del metabolismo basal de 1.894 a 1.960 Kcal.
- Y cómo paso de 33 años a 26 años, en cuando a la Edad Metabólica. Y estoy a punto de cumplir los 42!!
Así que hablando con Ernesto, sobre estos resultados, me dijo que quería realizar un artículo, explicando estos datos, basándose en mi ejemplo y estas mediciones.
El resultado me pareció muy interesante, y os lo dejo a continuación.
Tras una presentación, Ernesto comenzaba explicando que el peso corporal no logra explicar todos los fenómenos que se manifiestan durante un proceso de cambio de hábitos, y es ahí cuando tenemos que empezar a hablar no de peso, ni tampoco IMC, sino de composición corporal.

Analizando la composición corporal de los sujetos en lugar de peso o del IMC, logramos un mayor conocimiento del estado de salud del mismo y de su adaptación a los objetivos estéticos o deportivos que la persona tenga en mente: porcentajes de grasa y músculo entre otros muchos parámetros. Para ello, existen múltiples métodos, entre los cuales yo suelo usar la medición por pliegues cutáneos mediante lipocalibrador, pero sobre todo, un monitor de composición corporal de alta gama (multifrecuencia segmental) que permite una exportación directa al software de gestión de datos y la elaboración de informes iniciales y de seguimiento; y por tanto, una mayor rapidez a la hora de realizar una evaluación.
Es en esos informes donde observamos que, a variaciones mínimas de peso, pueden acompañar variaciones sustanciales de la composición corporal, a nivel muscular como a nivel de tejido graso. El caso de mi compañero y amigo Rubén Gutiérrez (@ragfguti) sirve para ilustrar perfectamente este ejemplo.

El caso de Rubén:
Rubén es nadador de aguas abiertas de alto nivel con un gran palmarés a sus espaldas. Para poder competir a máximo nivel, necesita de un entrenamiento adaptado a sus objetivos junto con una supervisión nutricional. A comienzos de la temporada, recién llegado de su período de descanso, Rubén acudió a consulta habiendo ganado peso e hicimos un análisis de la composición corporal para saber de qué punto partíamos. El análisis arrojó los siguientes datos que más abajo podréis ver en la tabla de su informe:
- Peso: 80,6 kgr.
- Altura: 176 cm.
-  IMC: 26
 % Masa grasa: 18,8
- Masa muscular total: 62,2 kg

 

Efectivamente, había trabajo por hacer para cumplir con los objetivos deportivos de Rubén y establecimos una serie de recomendaciones nutricionales que acompañando a su plan de ejercicios iban a ser sus pilares de cara a la preparación de la temporada.

Lo que quiero ilustrar y demostrar con su caso, es que la próxima vez que Rubén vino a verme, 3 meses después, Rubén había variado en peso, sí, pero sobre todo a nivel de composición corporal, veamos sus datos de la visita que me hizo la semana pasada:
- Peso: 77,1 kg
- Altura: 176 cm
- IMC: 24,9
- % Masa grasa: 11,1
- Masa muscular total: 65,1 kg
Como podéis observar en la tabla de datos, a una variación de 3,5 kg en peso, le acompaña un cambio mucho más significativo del % de masa grasa y de masa muscular total; es decir, que Rubén perdió 6,6 kg de grasa a la vez que incrementó en 2,9 kg su masa muscular, lo que además supone fuertes variaciones en su volumen corporal, especialmente a nivel de la cintura (-10,5 cm).
Tabla de datos de Rubén Gutiérrez obtenida de análisis de composición corporal mediante Tanita MC780MA-P exportados a Dietowin.

¿Y en qué se traducen los datos? La mejora de la composición corporal no sólo te ayuda a conseguir una mejor salud y optimización del rendimiento deportivo, sino que también repercute a nivel estético.

Resumiendo…
El peso es un parámetro más, pero no el único por el que debemos guiarnos. Incluso índices a priori más complejos que tienen en cuenta otros parámetros como el IMC no llegan a tener en cuenta la situación de cada persona, por lo cual son insuficientes de cara a dejarnos guiar por ellos para conocer nuestro estado nutricional y puede dar cabida al establecimiento de objetivos físicos no saludables o no válidos de cara a la optimización con fines deportivos.
La pérdida de peso puede venir de múltiples formas:
- Deshidratación.
- Pérdida de masa muscular.
- Pérdida de masa ósea.
- Y por supuesto, pérdida de masa grasa.
Podemos estar perdiendo peso tirando de otro tipo de reservas mucho más necesarias y a la vez que perdemos peso, perderemos salud; por ello, para conocer nuestro estado nutricional debemos ponernos en manos de profesionales capaces de interpretar el contexto de cada persona y evaluar nuestra composición corporal.

La mejora de la composición corporal en el contexto de una Sociedad sedentaria con cerca de un 60% de población en sobrepeso u obesidad (3), entendida como una disminución de la grasa corporal y un incremento de la masa muscular; trae consigo múltiples beneficios más allá de lo meramente estético, que van desde una reducción del riesgo cardiovascular (mejora de los marcadores) hasta una mejora notable en el estado anímico (incremento secreción endorfinas); actuando además como preventivo de múltiples enfermedades propias del siglo XXI, pero eso merece un capítulo a parte que trataremos próximamente.

Ernesto de la Vega.

Fuentes:
-Whole egg consumption improves lipoprotein profiles and insulin sensitivity to a greater extent than yolk-free egg substitute in individuals with metabolic syndrome. Blesso CN, Andersen CJ, Barona J, Volek JS, Fernandez ML.
-Changes in daily leptin, ghrelin and adiponectin profiles following a diet with carbohydrates eaten at dinner in obese subjects. Sofer S1, Eliraz A, Kaplan S, Voet H, Fink G, Kima T, Madar Z.
-Encuesta Nacional de Salud de España 2011/12 (ENSE 2011/12). Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales, Instituto Nacional de Estadística.

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