viernes, 7 de diciembre de 2012

Natación en Aguas Abiertas. (Parte 2).

Como continuación de la entrada que colgué en el Blog el 22 de noviembre, sobre algunos consejos genéricos sobre la natación en aguas abiertas, ( http://rubengutierrezswim.blogspot.com.es/2012/11/natacion-en-aguas-abiertas-parte-1.html ),  y que recogía 5 grandes puntos que eran:
1º Superar la ansiedad de nadar en Aguas Abiertas.
2º Nadar en línea recta.
3º La observación.
4º Nadar a pies de otro nadador.
5º Acostumbrarte al traje de neopreno.
Quería ahora añadir unos últimos consejos, o pautas a tener en cuenta antes de competir en una prueba de aguas abiertas, dependiendo del lugar donde se va a desarrollar la misma, ya que no es igual nadar en el mar, en un río, o en un lago o pantano.

NADAR EN EL MAR.
Si nadamos en el mar, hay que tener en cuenta varios factores que pueden influir muchísimo en este medio. Ya que el mar es un medio en constante movimiento, en constante cambio, aunque algunos son más previsibles que otros…

Las corrientes:
Para conocerlas, lo mejor es nadar “in situ” el día antes, y preguntar a la gente del lugar. Si es posible, también es muy conveniente ver como nadan las pruebas anteriores si es que hay. Y nadar sobre el recorrido durante el calentamiento.
Hay que ser muy observador para saber si vas a nadar a favor o en contra de la corriente, o si la vamos a tener de lado. En función de esto debes planificar el ritmo a llevar (con corriente a favor es más fácil mantenerte en puestos cabeceros), y anticipar las posibles correcciones de rumbo.

Tipo de oleaje:
Hay que ver como son las olas donde vamos a nadar la prueba.
- Si el oleaje es mínimo, o si por el contrario hay mar de fondo, lo que hará que según vayamos nadando, casi sin enterarnos, nuestro cuerpo vaya subiendo y bajando casi dos metros en altura. De modo que al estar abajo, si miramos para orientarnos, solo veremos mar alrededor nuestro, con el consiguiente sentimiento de agobio. En estos casos hay que sacar la cabeza para orientarse al estar en lo alto de la ola, y veremos todos los nadadores que llevamos por delante, las boyas de referencia, etc.
-Si hay olas bien formadas y grandes, y la prueba tiene la salida y llegada desde la arena de la playa, hay que saber que las tendremos en contra al entrar al agua a nadar, y a favor al salir.
Al entrar a nadar con las olas grandes en contra, lo mejor es pasarlas por debajo.
Pero al salir del agua, con olas grandes a favor, lo mejor es no luchar demasiado entre ola y ola, ya que suele haber mucha resaca en este tipo de oleaje, y empuja hacia dentro del mar. Y es mejor esperar que llegue una de las olas y cogerla a tope para surfearla al máximo.
-Si las olas son pequeñas, continuas y mal formadas, es mejor respirar al lado contrario de su dirección, para lo que hay que dominar la respiración bilateral a ambos lados.
Estas olas se suelen producir cuando el viento sopla de tierra hacia el mar, si este es fuerte, ya que choca contra la ola y las suele romper, con lo que no llegan bien formadas a la orilla.

Hora de la prueba y estado del día:
Esto determinara el color de las gafas a usar, y el lado hacia el que hay que respirar. Ya que por ejemplo respirar hacia el lado donde esta saliendo el sol, hará que no podamos ver nada.
Conocer la llegada:
También es fundamental conocer el tramo final de la prueba, la llegada.
Para esto, durante el calentamiento de la prueba, es muy importante situarte en la última boya, y visualizar la meta desde ahí. Para tomar las referencias necesarias, y al ir nadando perder el mínimo tiempo posible intentando orientarte en el final de la prueba.
Comprobar como es la playa por la que deberás salir corriendo, si es más o menos profunda o tendida, y deberás ir corriendo con el agua por las rodillas, ya que eso es muy muy cansado, y si el tramo a correr con el agua por las rodillas es largo, conviene ir haciendo el delfín. Si hay piedras en la playa, y por donde están, o donde es donde no las hay. Si al pisar la arena esta dura o te hundes en ella,…



NADAR EN UN RÍO.
Al nadar en un río, el factor fundamental es la corriente.
Si estamos al inicio del mismo, o por su curso medio, esta corriente es mucho más estable y siempre empuja en una dirección, hacia la desembocadura.
Pero si nos encontramos en la desembocadura del mismo, esta corriente depende del mar, de si la marea esta subiendo o bajando, y la corriente del río puede empujar, y de que manera, hacia el nacimiento del mismo, y no hacia su desembocadura.
Si nadamos a favor de la corriente, hay que intentar ir por la zona central del mismo, que es la más rápida, donde más empuja la corriente.
Y si nadamos en contra de la corriente, deberíamos ir lo mas cerca posible de las orillas, teniendo en cuenta siempre que hay que tener cuidado con encontrarnos posibles ramas, algas, etc…
Solo hay que tener cuidado si hay mucho viento, y si este va en dirección contraria a la corriente, ya que se producirá  un  gran oleaje. Y al ser olas provocadas por el viento, no son cíclicas como las del mar, y molestan muchísimo.
Al no ser cíclicas, no siguen una pauta fija, y no sabes cuando te llegaran.
Si vas a favor de la corriente, las olas te entraran en contra, y muchas brazadas chocaran por las olas sin poder hacerlas bien. Y si vas contra corriente, además de la dificultad de superar esta corriente, se suman las olas, que provocara que tragues agua en más de una ocasión.

NADAR EN UN LAGO.
Este es el medio más fácil y sencillo de controlar, y se suele comparar a nadar en una piscina gigante. Esto es por que es donde las condiciones son más estables y controlables.
Tendríamos que seguir teniendo en cuenta todo lo anterior, aunque en estas condiciones es mucho más cómodo nadar. Además es un sitio ideal para ir a pies de algún otro nadador, ya que es donde más fácil resulta usar esta técnica y optimizar la misma.
Podéis encontrar otro “post” sobre el nado a pies de otro nadador, en el siguiente enlace: (http://rubengutierrezswim.blogspot.com.es/2012/11/nadar-pies-de-otro-nadador.html)
Aun así, hay que tener mucho cuidado con el viento. Ya que los pantanos sobre todo, suelen estar en zonas montañosas, lo que hace que si sopla el viento, estas montañas lo encarrilen y lo aceleren aún más, lo que provoca gran oleaje.
Además al ser olas provocadas por el viento, no son cíclicas como las del mar. Son muy molestas para llevarlas en contra, ya que muchas veces al ir a meter la mano, chocara con una ola y no nos dejara de hacer bien la brazada. Son más llevaderas llevarlas a favor, y si nos entran de lado, deberíamos respirar hacia el lado contrario, o tragaremos bastante agua.

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