Esta
temporada he comenzado a trabajar un poco el campo de la alimentación, y el
peso corporal con mi amigo, ex nadador y ex compañero de equipo, Ernesto de la
Vega.
Al
comenzar la temporada, y tras casi un mes de descanso entre temporadas, acudí a
la consulta de Ernesto, en la Ronda del Olivar, 58 en Talavera la Nueva. Para
realizar las mediciones del estado actual, plasmadas en un informe exhaustivo.
Siguiendo
en la medida de lo posible sus pautas en temas de alimentación, y con la gran
carga de entrenamientos llevada a cabo, 4 meses después volví a la consulta de
Ernesto, y volvimos a efectuar las mismas mediciones y posterior informe, con
el añadido del comparativo entre ambos.
Con
mi desconocimiento de este ámbito, me causó bastante sorpresa algunos datos
como:
- Disminución
de 3,5 Kgr de peso. Pero con un aumento de 2,9 Kg de masa muscular y una disminución
de 6,6 Kgr de grasa.
- Variación de 18´9% a 11´2 % en el % de grasa corporal.
- Aumento
del metabolismo basal de 1.894 a 1.960 Kcal.
- Y cómo paso de 33 años a 26 años, en cuando a la Edad Metabólica. Y estoy a punto de cumplir
los 42!!
Así
que hablando con Ernesto, sobre estos resultados, me dijo que quería realizar
un artículo, explicando estos datos, basándose en mi ejemplo y estas
mediciones.
El
resultado me pareció muy interesante, y os lo dejo a continuación.
Tras
una presentación, Ernesto comenzaba explicando que el peso corporal no logra
explicar todos los fenómenos que se manifiestan durante un proceso de cambio de
hábitos, y es ahí cuando tenemos que empezar a hablar no de peso, ni tampoco
IMC, sino de composición corporal.
Analizando
la composición corporal de los sujetos en lugar de peso o del IMC, logramos un
mayor conocimiento del estado de salud del mismo y de su adaptación a los
objetivos estéticos o deportivos que la persona tenga en mente: porcentajes de
grasa y músculo entre otros muchos parámetros. Para ello, existen múltiples
métodos, entre los cuales yo suelo usar la medición por pliegues cutáneos
mediante lipocalibrador, pero sobre todo, un monitor de composición corporal de
alta gama (multifrecuencia segmental) que permite una exportación directa al
software de gestión de datos y la elaboración de informes iniciales y de
seguimiento; y por tanto, una mayor rapidez a la hora de realizar una evaluación.
Es
en esos informes donde observamos que, a variaciones mínimas de peso, pueden
acompañar variaciones sustanciales de la composición corporal, a nivel muscular
como a nivel de tejido graso. El caso de mi compañero y amigo Rubén Gutiérrez
(@ragfguti) sirve para ilustrar perfectamente este ejemplo.
El caso de Rubén:
Rubén
es nadador de aguas abiertas de alto nivel con un gran palmarés a sus espaldas.
Para poder competir a máximo nivel, necesita de un entrenamiento adaptado a sus
objetivos junto con una supervisión nutricional. A comienzos de la temporada,
recién llegado de su período de descanso, Rubén acudió a consulta habiendo
ganado peso e hicimos un análisis de la composición corporal para saber de qué
punto partíamos. El análisis arrojó los siguientes datos que más abajo podréis
ver en la tabla de su informe:
- Peso: 80,6 kgr.
- Altura: 176 cm.
- IMC: 26
- % Masa grasa: 18,8
- Masa muscular total: 62,2 kg
Efectivamente,
había trabajo por hacer para cumplir con los objetivos deportivos de Rubén y
establecimos una serie de recomendaciones nutricionales que acompañando a su
plan de ejercicios iban a ser sus pilares de cara a la preparación de la
temporada.
Lo
que quiero ilustrar y demostrar con su caso, es que la próxima vez que Rubén
vino a verme, 3 meses después, Rubén
había variado en peso, sí, pero sobre todo a nivel de composición corporal,
veamos sus datos de la visita que me hizo la semana pasada:
- Peso: 77,1 kg
- Altura: 176 cm
- IMC: 24,9
- % Masa grasa: 11,1
- Masa muscular total: 65,1 kg
Como
podéis observar en la tabla de datos, a una variación de 3,5 kg en peso, le acompaña un cambio mucho más
significativo del % de masa grasa y de masa muscular total; es decir, que Rubén
perdió 6,6 kg de grasa a la vez que incrementó
en 2,9 kg su masa muscular, lo que además supone
fuertes variaciones en su volumen corporal, especialmente a nivel de la cintura
(-10,5 cm).
Tabla de datos
de Rubén Gutiérrez obtenida de análisis de composición corporal mediante Tanita
MC780MA-P exportados a Dietowin.
¿Y
en qué se traducen los datos? La mejora de la composición corporal no sólo te
ayuda a conseguir una mejor salud y optimización del rendimiento deportivo,
sino que también repercute a nivel estético.
Resumiendo…
El
peso es un parámetro más, pero no el único por el que debemos guiarnos. Incluso
índices a priori más complejos que tienen en cuenta otros parámetros como el
IMC no llegan a tener en cuenta la situación de cada persona, por lo cual son
insuficientes de cara a dejarnos guiar por ellos para conocer nuestro estado
nutricional y puede dar cabida al establecimiento de objetivos físicos no
saludables o no válidos de cara a la optimización con fines deportivos.
La
pérdida de peso puede venir de múltiples formas:
- Deshidratación.
- Pérdida de masa muscular.
- Pérdida de masa ósea.
- Y por supuesto, pérdida de masa grasa.
Podemos
estar perdiendo peso tirando de otro tipo de reservas mucho más necesarias y a
la vez que perdemos peso, perderemos salud; por ello, para conocer nuestro estado
nutricional debemos ponernos en manos de profesionales capaces de interpretar
el contexto de cada persona y evaluar nuestra composición corporal.
La
mejora de la composición corporal en el contexto de una Sociedad sedentaria con
cerca de un 60% de población en sobrepeso u obesidad (3), entendida como una
disminución de la grasa corporal y un incremento de la masa muscular; trae
consigo múltiples beneficios más allá de lo meramente estético, que van desde
una reducción del riesgo cardiovascular (mejora de los marcadores) hasta una
mejora notable en el estado anímico (incremento secreción endorfinas); actuando
además como preventivo de múltiples enfermedades propias del siglo XXI, pero
eso merece un capítulo a parte que trataremos próximamente.
Ernesto
de la Vega.
Fuentes:
-Whole egg consumption
improves lipoprotein profiles and insulin sensitivity to a greater extent than
yolk-free egg substitute in individuals with metabolic syndrome. Blesso CN, Andersen CJ, Barona
J, Volek JS, Fernandez ML.
-Changes in daily leptin, ghrelin
and adiponectin profiles following a diet with carbohydrates eaten at
dinner in obese subjects. Sofer S1, Eliraz A, Kaplan
S, Voet H, Fink G, Kima T, Madar Z.
-Encuesta Nacional de Salud de España 2011/12 (ENSE 2011/12). Ministerio
de Sanidad, Servicios Sociales, Instituto Nacional de Estadística.
No hay comentarios:
Publicar un comentario