miércoles, 11 de enero de 2012

Hoy conoceremos a: Melanie Costa.

INTERESANTÍSIMA ENTREVISTA DE "MARCA.COM" A  MELANIE COSTA
La jornada de Melanie Costa empieza a las 6:45 horas. Cuando todavía no ha amanecido, esta joven nadadora (Palma de Mallorca, 1989) baja en apenas 15 minutos a desayunar con sus compañeras en la residencia Joaquín Blume de Madrid. Sabe que afronta una temporada dura, nada menos que la de preparación para los JJ.OO. de Londres, que ya mira de reojo. "Mi objetivo es una final olímpica, por supuesto. Siempre se puede soñar con medalla, pero si soy realista, una final sería un buen resultado".
Quién sabe lo que sucederá, en todo caso se trata de una de las mejores bazas para España. Lo ha demostrado con creces en el Europeo de piscina corta en Polonia, donde en diciembre consiguió tres medallas: plata en 200 metros libres (récord de España incluido) y bronce en 800 metros libres y en 400 metros libres. En esta última disciplina superó incluso a su ídolo, la italiana Federica Pellegrini, que partía como favorita y terminó cuarta. También batió en las series de 400, aunque en la final lo volvió a superar una imparable Mireia Belmonte, que además ganó el oro. La mallorquina registró de nuevo un récord días después, el de los Campeonatos de España de piscina corta tanto en los 200 como en los 400 metros libres.
Melanie, además, fue la sensación de la Universiada 2011 en China. Allí ganó cuatro medallas (un oro en 200 libres, dos platas en 400 y 1.500 y un bronce en 800), convirtiéndose en la deportista española más laureada de la competición.
Sin miedo a madrugar
Aún con el sueño en el cuerpo, Melanie vence la pereza y se mete cada mañana en el agua. Después, a las 9.30, se ejercita hora y media en el gimnasio, donde realiza ejercicios de aeróbic y pesas. Jordi Murio, el seleccionador con quien trabaja en la Blume, opina que el volumen en el cuerpo de una nadadora no siempre es lo más importante, pero admite que hay técnicos que sí lo potencian a tope para lograr resultados. Murio es una institución en este deporte. España sólo ha conseguido cuatro medallas en natación en la historia olímpica, y él era el entrenador de Sergio López cuando este se colgó el bronce en 200 metros braza en los JJ.OO. de Seúl 1988. Han pasado 23 años, pero mantiene la misma ilusión. Siempre al borde del agua y con un cronómetro en la mano, 'canta' los tiempos a cada nadador que llega al final de la calle.
Tras unas horas de estudio, una periodista y un cámara de MARCA.com rompemos su rutina durante la sesión de tarde, en la que se ejercitan entre dos y tres horas en la piscina. La mayoría de nadadores llegan después de la comida vistiendo vaqueros y ropa cómoda. Rápidamente muestran los bañadores de debajo, dejan sus mochilas a un lado y se enfundan los gorros y gafas de competición. Muchos de ellos son estudiantes, como la propia Melanie, que hace Administración y Dirección de Empresas y sueña con retomar la carrera de Medicina que comenzó en Estados Unidos. “Estudiar cambia mi forma de pensar, me libera cuando tengo estrés y me permite tener dos ilusiones diferentes en la vida”, asegura. Sabe que es la manera de asegurarse el futuro: “La natación tiene un recorrido muy corto. Llega un momento en que tienes que vivir del trabajo y no puedes mantenerte solo del deporte”, explica.
¡Periodista al agua!
Llega mi turno, ¡qué nervios! Antes de atreverme a saltar al agua, le pido un consejo de principiante, y me sugiere algo que nunca habría esperado: “Ten paciencia y espero que sepas muchas canciones…, porque hay un momento en que mirar al suelo llega a aburrir bastante”. Tomo nota y comienzo a tararear en mi cabeza un tema de Queen mientras me zambullo… de la manera más lamentable posible. Mi objetivo es seguir la estela de Melanie, pero pronto me doy cuenta de que es imposible… Mientras supero la mitad de mi calle, ella me espera con una sonrisa apoyada en el muro. “No lo has hecho tan mal”, me consuela. “Quizás el primer largo es el más fácil, veremos después con el cansancio…”, respondo.
Mientras, otros nadadores de todas las distancias ocupan al completo las calles de la Blume. Sus preparadores no paran de darles instrucciones y marcarles los tiempos. Sin duda, su mayor enemigo es el cronómetro: “Me aconsejaron que apunte muy alto y que valore mucho mi esfuerzo. Si me pongo límites, posiblemente nunca llegue a ellos”, dice Melanie. Esta es la filosofía de la superación: “Si buscas un 5, lo más seguro es que te quedes en un 3, pero si buscas un 10, quizás conseguirás un 8”, añade. Con esta ambición, me asalta la duda de cómo será la relación con sus compañeras. “Este año no hay en la residencia nadadoras de mis pruebas, pero sí las hubo antes. Es bueno, porque aunque fuera del agua no nos arañábamos ni mucho menos, dentro teníamos ese pique diario, necesario para mejorar”, revela.
Manías de 'crack'
Como muchos deportistas, ella tiene también sus pequeños rituales que le ayudan a sentirse segura: “Muevo mucho los dedos antes de tirarme al agua en una competición importante. Lo hago para tener una mejor reacción. Además, me suelo colocar muchas veces las gafas para cerciorarme de que están perfectamente ajustadas y que no me va a entrar agua”. Una manía que bien le habría venido a esta periodista que, en su segundo intento, las olvidó colgadas del cuello. Intenté seguir nadando mientras me las colocaba, pero estuve un buen rato sin ver nada.
Tantas horas bajo el agua y, aunque parezca un tema baladí, la piel se reseca una barbaridad. Le pregunto a Melanie cómo se hidrata: “La verdad es que me cuido poco y me da rabia porque veo gente de mi misma edad con mejor aspecto, sobre todo porque el cloro irrita mucho”. Le pregunto por Mireia Belmonte, que compite a menudo con las uñas de colores y es una apasionada de la estética. “Yo ni me pinto, ni me maquillo ni nada”, confiesa Melanie con sencillez. La misma con la que se sumerge sigilosa cada mañana. Veloz y segura, pero con la humildad y el sacrificio como señas de identidad. La dejamos entrenando, que es lo suyo. Lo nuestro… lo nuestro no es el agua, mal que nos pese.

No hay comentarios:

Publicar un comentario